lunes, 27 de diciembre de 2010

UN CUENTO NAVIDEÑO


Nikol.- Abuelo, un amiguito en el colegio, me dijo que la navidad no existe.
Abuelo.- ¿y tu que le respondiste?
Nikol.- yo le dije que si existe y que además es muy bonita.
Amaury.- Si es verdad, se adornan las casas, las calles, se colocan arbolitos, se hacen pesebres con el nacimiento del niño ¿ verdad?
Todos.- Si es verdad.
Yonh.- Además nos traen regalos, muchos regalos y hay fiestas en las casas.
Amaury.- y bailamos y colocamos una mesa con comida y nos sentamos todos juntos a comer hallacas, pan de jamón, pernil.
Isabela.- Dulces, manjar, refrescos.
Todos” Y, nos reímos mucho ¿ verdad?

Abuelo.- Así es mis nietos; Y, ya que ustedes han tocado este punto, les voy a contar un cuento de navidad, uno de los tantos cuentos que suceden en navidad.
Había una vez un niño, que salía todos los días con su cajoncito a trabajar, era un niño limpiabotas , junto a el salía su mamá y ambos laboraban diariamente para llevar los alimentos al hogar, y costear los gastos.Ella lavaba y planchaba ropa ajena, para poder criar a todos sus hijos, ya que el papá los había abandonado; Resulta que este niño, no conocía el sentido de la navidad, lo de el era limpiar zapatos, no le ponía atención a nada más, para el era una época igual a todas, aunque veía en la calle a todos los demás niños bien vestidos, luciendo ropas nuevas, zapatos nuevos, juguetes, los veía patinando montados en sus bicicletas, en patinetas, “el seguía limpiando zapatos”

Por las tardes, cuando solía ir al colegio, uno de esos niños ricos que creen tenerlo todo, porque sus padres tienen mucho dinero, lo molestaba, lo llamaba pobretón, sucio, harapiento, pata en el suelo, sin camisa, muerto de hambre, hijo sin padre, tantas cosas feas que este niño engreído enfermo por vivir en el lujo, en la opulencia, de un hogar rico, le solía decir al humilde limpiabotas; Pero éste no se inmutaba, no se ponía bravo, no le hacia caso, el seguía limpiando zapatos para ayudar a su mamá en el hogar. Seguía sin entender el sentido de la navidad, y el porque un niño que lo tenia todo en su hogar, se ensañaba, se gozaba, humillándolo por su pobreza, por su condición de niño humilde, por vivir en un rancho, por no haber tenido nunca un juguete, sin haber probado el rico sabor de una suculenta hallaca, o un pedazo de pernil o de pan de jamón.

Todos los niños.- “Pobrecito da lastima” ¿verdad abuelo?.
Abuelo.- Bueno en cierto sentido si debiera darnos lastima, pero, no es así, al contrario debemos sentirnos orgullosos de ese niño limpiabotas, porque nació y se fue formando para el trabajo un niño humilde pero con temple, con mucho valor para soportar, para no entrar en ira, es decir en no ponerse bravo, cuando el niño rico le decía cosas feas, eso mis queridos nietos en lugar de sentir lastima por el niño trabajador, deberían sentirse consustanciados, deberían sentirse representados por su imagen, porque a debidas cuentas ustedes pertenecen a una familia humilde de trabajo donde sus padres hacen muchos sacrificios para poder levantarlos, para que ustedes se eduquen y lleguen a ser hombres y mujeres de bien. El mejor regalo que se les puede dar en navidad, es enseñarles a compartir, a vivir en armonía en unión de la familia y sobre todo enseñarles a conocer y amar a Dios, para así poder comprender y amar a los demás, porque Dios nos hizo a su imagen y semejanza o sea que para el todos somos sus hijos y estamos bajo su protección y amor.
En una de esas mañanas de diciembre, que suelen ser muy frías nuestro niño limpiabotas iba de salida con su cajoncito de limpiar zapatos frente a su casa ve un niño completamente desnudo,como creen ustedes que podía estar ese angelito titiritando del frío; El niño limpiabotas se acercó al niñito se quito su camisa y cubrió su cuerpecito y luego también su pantaloncito y se lo puso igual hizo con sus zapatos viejitos vistiendo por completo al niño, en respuesta a su bello gesto recibió una tierna mirada de agradecimiento y con mucha ternura le sonrío y siguió su camino.

Nuestro niño limpiabotas, entró de nuevo a su casa se vistió y salió a trabajar como lo hacia siempre.

Entrados los días del mes de diciembre llegó la navidad, el DIA 25 la mamá salió con sus hijos para hacer algunas compras al llegar al negocio donde ella compraba, se quedó impactada mirando un pequeño armado en un rincón del local lo que le llamó poderosamente la atención fue que el niño estaba vestido con la ropa de su hijo, ella reconoció enseguida que esa era la ropa de su hijo, al preguntarle a este que había pasado, el niño limpiabotas le respondió, que se la había dado a un niñito que vio desnudo frente a su casa, fue tal la alegría, la admiración, el regocijo de ver en un pesebre a ese lindo niño vestido con la ropa de su hijo, que cayó de rodillas, se abrazo a sus hijos llena de felicidad al ver que su enseñanza había sido asimilada por su hijo, limpiabotas, trabajo, fortaleza, bondad, caridad, desprendimiento, desde ese DIA comprendieron el sentido de la navidad.

Amaury.- Abuelo ¿Qué pasó con el niño rico?
Bueno al final la soberbia del niño rico fue vencida por la humildad por la forma de ser caritativa del niño limpiabotas y en el colegio fueron los mejores amigos y esta familia pobre residentes en de un rancho, en los años subsiguientes fueron invitados de honor en la residencia del niño rico para la cena navideña.

Nikol.- ¿abuelo el niño que el limpiabotas le dio la ropa era el niño jesús?
Abuelo.-¿Qué creen ustedes?
Nietos.- Siiiiiiiiii. FELIZ NAVIDAD.
Y colorín, clorado este cuento ha terminado.
Los padres de familia, no deben descuidar el deber religioso hacia sus hijos (Simón

Bolívar 25-05-1826.
Cuento de Adaulfo Andrade.

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